Pequeño homenaje a las veterinarias que hacen clínica de grandes animales. Uno de los momentos más emocionantes del trabajo es asistir a los partos, la tensión y emoción que acumulas en esos instantes se quedan grabados física y mentalmente. Este homenaje es uno de tantos partos que yo mismo (aunque me he sustituido por una veterinaria) tuve ocasión de atender. No siempre tienen un final feliz.
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